La noche de antes, cena de despedida, como tiene que ser cojones! De izquierda a derecha de la foto, Óscar, un servidor, David y nuestra “mama australiana” Clara (espero que no se mosquee por lo de mama, que no es tan mayor)
BRISBANE
La primera parada es Brisbane, la capital de Queensland y el lugar donde esta descansando la que será nuestra casita, transporte y quebradero de cabeza los siguientes días. Aquí van unas fotillos de ella:
Esta anocheciendo y es hora de ir buscando nuestro camping pero… MIERDA! El parking donde hemos dejado la caravana cierra a las 6:45 y son las 6:30, pero lo peor de todo es que no nos acordamos donde estaba el parking. Como no, llegamos cuando ya estaba cerrado, menos mal que encontramos un alma caritativa que comprendió que somos guiris aquí, estábamos perdidos y nos dejó salir. Los que me conocéis ya sabéis que soy propenso a perderme, bueno, pues creo que mis compañeros también lo son, tardamos más de 3 horas en encontrar el puñetero camping; aquí en Australia no saben lo que son las señales informativas ni nada por el estilo, como es de imaginar, llegamos cuando la recepción esta cerrada, pero da igual, nosotros nos metemos y nos acomodamos, que nadie controla. En el camping mientras hacíamos la cena nos visitaron unos curiosos vecinos
NOOSA
Amanece temprano y el sol aprieta en nuestra caravana, que con tres tíos dentro no es lo que digamos fresquita, por lo que nos levantamos a una hora prudente para mudarnos a nuestro siguiente destino, Noosa. Si soy sincero, este pueblo tampoco me impresionó mucho, es un destino playero para las vacaciones y sin nada interesante que ver, únicamente tumbarse en la playa y si hay buenas olas intentar practicar un poco de surf, pero como soy un perro y aún no me ha vagado aprender, pues como que no es mi caso. Lo mejor fue conocer a una pareja de finlandeses con los que coincidimos varias veces durante el viaje.
HERVEY BAY
La siguiente parada no tenía ningún interés turístico, pero era parada obligatoria para ir a Fraser Island, al menos teníamos la casa justo en frente de la playa.
Aunque no visitamos nada en especial, aquí conocimos a un par de australianos bastante peculiares.
Del primero no me acuerdo ni del nombre, pero este individuo, por llamarle de alguna forma, era un mochilero que se nos acopló en el camping y como Óscar estaba intentando ligar con una alemana, David y yo nos lo tuvimos que llevar de fiesta a un pub un poco alejado del camping. Lo peor fue volver, los tres íbamos borrachos, era de noche y en las carreteras australianas no hay muchas señales indicativas, así que nos perdimos… con suerte encontramos por la calle a una persona para preguntarle como volver, pero si ya nos es difícil entender a los australianos sin beber, imaginaros bebidos, así que le dijimos a nuestro acompañante que tomase nota de lo que le decía, que ellos hablaban el mismo idioma; fácil no? Pues el muy cabrón no se enteró una mierda de lo que le dijo y acabamos en medio de una montaña, la carretera era el único signo de civilización, encima el tipo seguía diciendo que siguiésemos esa carretera, que estaba oliendo la playa, SERÁ HIJOPUTA!!! David se cabreo y empezó a decirle “Fuking ausi! Why haven’t you heard the instructions? Fucking ausi!” Yo cogí y dí la vuelta para intentar encontrar el camino y pasé de lo que me decía, si me decía derecha yo iba recto o a la derecha, encima se cabreó y nos dijo “Fucking spanish guys, if you don’t follow my instructions I’m sleeping” y se puso a dormir el capullo. Después de dos horas perdidos (por la mañana habíamos tardado 5 minutos en hacer el mismo recorrido) encontramos el camping y según aparcamos el tío cogió su mochila y se piró, pero no se dio cuenta de que se dejaba otra mochila con unos regalos para sus hijos pequeños, pero como no le volvimos a ver, decidimos que esos serían nuestros regalos de Navidad.
El segundo australiano estaba de vacaciones en el camping con su familia, bastante majo el hombre, nos dio unas patatas con nata que había preparado su mujer y jugando al texas holdem un rato (sin apostar, no penséis mal). Nos estuvo aconsejando sitios a los que ir en nuestro viaje y no sé muy bien por qué, nos decía que si queríamos conseguir la residencia australiana, a lo mejor quería hacer negocio con nosotros. Al final apuntamos su email para mandarle esta foto, que el hombre nos cayó bien.
FRASER ISLAND
Aquí llega la joya de nuestro viaje, Fraser Island, como es una isla de arena, es necesario ir con 4x4 ya que es muy fácil quedarse atrapado con el coche en la arena. El día anterior contratamos una empresa que formaba grupos de 8 personas por coche para visitar la isla y nos dijeron muy claro que teníamos que estar a las 8 de la mañana para que diesen una charla de cómo conducir en la isla, para no joder el coche y como no, como buenos españoles, llegamos unos 20 minutos tarde, en medio de la explicación, por lo que no nos dejaron conducir a ninguno, cabrones. Nuestro grupo lo completaban una pareja de un francés y una danesa, dos alemanes y otro francés, la verdad es que tuvimos suerte con nuestro grupo, era gente bastante animada y maja, imaginaros estar 3 días viajando con 5 personas a las que no aguantas.
Primera parada, el ferry para llevarnos a la isla y primera señal de peligro cocodrilos, empezamos bien.
Para terminar fuimos al lago más importante de Fraser, el lago Mckenzie, al igual que el primer lago en el que estuvimos, la arena era blanca, el agua cristalina y el paisaje… bueno, juzgarlo vosotros, lo único que le falla es que al ser el más conocido está lleno de gente, de hecho, coincidí con gente de mi academia.
Allí pudimos ver un par de dingos, un perro salvaje autóctono de Australia, dicen que son flacos por naturaleza, pero yo creo que se deben estar muriendo de hambre porque el cabrón que veis en la foto casi nos quita la comida mientras nos estábamos bañando, si es que debíamos haber hecho caso a la advertencia de no llevar comida.
Después de Fraser Island es hora de viajar dirección a Airlei Beach, pero por el camino tenemos que hacer parada obligatoria en Rockhamptom, la capital de la carne de Australia, únicamente para comernos un filetón de medio kilo. Como dice en la foto, ya hemos pasado la barrera psicológica del Trópico de Capricornio.
Amanece temprano y es hora de partir, hay que recorrer más de 500 kilómetros para nuestro siguiente destino, yo soy el primero en coger el coche, por raro que parezca, mis compañeros de viaje duermen más que yo, pero como vamos en caravana, uno decide seguir durmiendo en la cama y el otro acompañarme delante, aunque también se queda dormido, menuda compañia, al menos el paisaje es agradable y el trayecto se me hace ameno.
Aquí va una fotillo para que veáis la laguna durante el día
La comida del día de Navidad, espaguetis, seguro que mi familia comió mejor, incluso aportaría a que mi perro comió mejor, pero como siempre, hay que usar el recurso de que lo pude hacer sin camiseta ;-P
Al día siguiente tenemos previsto el viaje por las islas Whitsundays, la lancha sale a las 8 de la mañana y como no, sin saber donde tenemos que ir a embarcar, nos levantamos con tiempo, a las 7:30, pero no pasa nada, sólo nos tienen que esperar 15 minutos.
La siguiente parada fue para comer y para ponernos los trajes de baño, íbamos a hacer snorkel y había riesgo de medusas. Mirad que monos estamos, parecemos Power Rangers.
Al volver al camping, después de estar todo el día por ahí danzando, no había fuerzas para salir, así que nos fuimos a dormir.
TOWNSVILLE & WALLAMAN FALLS
Por la mañana, y como siempre, lucha con los compañeros para que se levanten pronto, que nos espera un largo camino, viajamos hacia las Wallaman Falls, unas cascadas en medio de un bosque, pero como el recorrido es demasiado largo, paramos a comer en Townsville, una de las ciudades más grandes de Queensland y desde donde parten los ferrys para Magnetic Island, una isla llena de canguros y koalas donde nos hubiese gustado ir, pero íbamos un poco mal de tiempo, al menos la vimos desde lejos.
A la mañana siguiente me fui a duchar y con la suerte que tengo me pico una sanguijuela, para colmo, no teniamos nada con que quemarla, menos mal que pronto se solto por si misma y por supuesto, luego la aplaste, por cabrona. La cascada tiene 268 metros de caída, aquí tenéis las fotos desde arriba y desde abajo, que aunque David y yo no queríamos bajar, Óscar nos medio obligo, menos mal, por que mereció la pena la hora y media de subida y bajada.
Para continuar, vamos a Port Douglas, está un poco más arriba de Cairns, la gente nos había dicho que teníamos que ir, que estaba muy bien, pero vamos, hubiese preferido ir a Magnetic Island, ya que no te podías bañar, sólo en un recinto cerrado, la fiesta no era como nos esperábamos, y he visto puertos mejores. Yo creo que debe estar mejor en invierno, ya es una zona de vacaciones y allí hace buen tiempo todo el año.
CAIRNS
Como comentario final, sólo decir que he disfrutado como un enano en este viaje, por fin puedo decir que he visto Australia, aunque ahora tengo muchas más ganas de seguir visitando sitios por aquí, porque hay muchos sitios que aún no he visitado, como Sydney, Melbourne, Tasmania, Alice Springs, Darwin … y una larga lista por recorer.
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